lunes, 10 de agosto de 2009

Nuevo Alcalde de Yantzaza.

El viernes 31 de Julio del 2009, se posesionó como nuevo alcalde del cantón Yantzaza, el Dr. Ángel Polibio Erreyes, quien triunfó en las elecciones del 26 de abril, de forma categórica y con una propuesta digna de elogios, en la que se manifiesta puntos interesantes para el desarrollo de un nuevo cantón, con la premisa de un Yantzaza: universitario, turístico, ecológico, ordenado y agro productivo.

Según la propuesta de campaña y las aspiraciones de todo el colectivo yantzacense el plan de trabajo del nuevo burgomaestre se orienta a transformar la tradicional administración municipal en auténtico Gobierno Local y simultáneamente intenta transparentar la gestión pública a través de democratizar los procesos de desarrollo local. Según el planteamiento de la nueva autoridad se pretende impulsar la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones, y asi se desea eliminar las exclusiones sociales.

Promesas como la de renunciar a la reelección, congelar el sueldo de Alcalde, pagar salarios justos a los trabajadores del Municipio de Yantzaza y con una oferta basada en la lucha contra la corrupción sobre ejes fundamentales de:

- Participación de actores locales en la transformación de la gestión local.
- El fortalecimiento institucional como mecanismo de cambio y acercamiento a la comunidad.
- El turismo como puerta del desarrollo económico del futuro.
- La producción agropecuaria como medio para mantener el sustento de la población.
- El medio ambiente como sustento de las futuras generaciones.
- El mejoramiento de la infraestructura, como elemento básico del bienestar social.
- La salud con responsabilidad como base fundamental del bienestar de la comunidad.
- EL ordenamiento territorial.
- La educación y la cultura como fundamento del desarrollo de los pueblos.

Con entusiasmo y profundo fervor cívico el Dr. Ángel Erreyes, asume el reto de dirigir por los siguientes cinco años los destinos de nuestro bello cantón, deseándole nuestro más sincero y ferviente deseo de éxito en las funciones que el soberano le ha encomendado.